Monumentos de Extremadura

La Alcazaba (Badajoz):

La Alcazaba musulmana se levanta sobre un cabezo llamado de la “Muela”, al norte está rodeada por el Guadiana y al este por el arroyo Rivillas. Fue construida por los almohades en el siglo XII, aunque tiene su origen en la cerca que ya en el siglo IX se construyó al fundar la ciudad. Es la mayor alcazaba de Europa. En sus origenes se trataba de una argamasa de barro y ladrillo. Esta obra fue consolidada en 1030 por Abdallah Ibn el-Aftas (Almanzor I de Badajoz) que la convirtió en una muralla de piedra y cal.
Posteriormente, sobre el 1170, fue definitivamente reparada, fortalecida y ampliada por orden del califa almohade Abu Yaqub Yusuf. En esta obra la Alcazaba adaptaría prácticamente el aspecto que presenta actualmente. Se trata de una cerca ovalada que fortifica la cima del cerro de la Muela para la defensa de un asentamiento poblacional árabe. Las murallas están coronadas por almenas. Varias torres son albarranas, la más famosa y uno de los monumentos más representativos de Badajoz, es la torre del Espantaperros. Algunas de las peculiaridades de esta Alcazaba es que la edificación está muy bién adaptada a los accidentres del terreno, consiguiendo así un mayor poder defensivo. También es peculiar por tener las puertas en recodo puestas en lienzo transversal o en el lateral de la torre. Dentro de la muralla, Badajoz fue durante años una población árabe floreciente. Debido a su situación fronteriza con Portugal ha tenido una especial importancia por ser un lugar estratégico en épocas de guerra y por tener una situación comercialmente privilegiada.